Me encontraba frente al chico al que me habían regalado, el era demasiado intimidante.
-A partir de este momento eres de mi propiedad, me perteneces- habla mirándome serio, su mirada, esa mirada que tenía era escalofriante, quería salir corriendo de ese lugar.
-No, no soy un maldito juguete, ni siquiera te conozco, eres un maldito idiota, déjame ir- las lágrimas empiezan a bajar sin poder detenerlas
-Te enseñaré a respetarme, maldita niña malcriada - Toma mi rostro con una de sus manos, lo estaba haciendo de una manera brusca, me estaba lastimando, pero no podía hacer nada, su fuerza era mayor y si intentaba defenderme me iría peor. -No me vuelvas a hablar así o lo lamentarás-.
Ya estoy hasta la madre de escribir tantas historias sin terminar, pero aquí vamos de nuevo...
Donde un Draco Malfoy tiene autismo, fue abandonado por su madre y se hizo mejor amigo de Harry Potter antes que el trío de oro.
hay una serpiente blanca, un lobo negro y un diario.
Ah, y los fundadores lo ven como la cosa más linda del mundo.