Entre los eternos vampiros que tranquilamente viven entre las riquezas y el retorcido roce del amor, existe una olvidada leyenda. Un cuento del día de brujas... O un simple mal chiste. Ellos mismos cuestionan a voces mudas sus propias existencias, eternas y esclavizadas a veces por la Maldición de los Vampiros. Si.. El Siniestro subirá un día en carne y hueso al ver a su amada creación ser corrompida por el sentimiento que da perdón. El amor. Tan vieja era esa leyenda, que muy pocos la conocían y aún menos creían en ella. Hasta que el padre de la oscuridad, hijo alguna vez de la luz, se les presento con un rostro familiar y, ni siquiera el conocido personaje de muchos libros podía ir contra la Maldición más fuerte de todas.