Stiles y Lydia tienen una familia feliz. Una niña inteligente y hermosa, una casa y un perro. Todo era perfecto hasta que el padre biológico de la pequeña aparece. Jackson llega decidido a quedarse con ella y ganarse el título de "papi", y eso a Stiles no le gusta para nada. Pues, que comiencen los juegos del hambre.