"Y debo decír que confió plenamente en la casualidad de haberte conocido. Que nunca intentaré olvidarte, y que si lo hiciera, no lo conseguiría. Que me encanta mirarte y que te hago mío con solo verte de lejos. Que adoro tus lunares y que tu pecho me parece el paraíso. Que no fuiste el amor de mí vida, ni de mis días, ni de mí momento. Pero que te quise, y que te quiero, aunque estemos destinados a no ser" Rayuela, Julio Cortazar.