Cien

Se escuchaban gritos en la habitación, tres personas adentro, dos hermanas y un chico. Sollozos y desesperación.
-Los odio.!-
-Poli... yo te puedo explicar- Dije con una voz muy temblorosa
-Explicarme ¿Que.? El cómo se enamoraban.? Como a mi espalda se coqueteaban.?
-Poli, no es como tú crees, yo...- Dijo aquel chico moreno
-Tú que.? Te enamoraste de mi hermana.! Y... ella... de ti. Creí por un momento que lo que me decías era verdad. En tus ojos vi como el brillo que tenías desaparecía, sabía que pronto me dirías que estabas enamorado de otra... pero jamás pensé que fuera de mi hermana, de mi propia sangre.!
En verdad los detesto, a ti -señalo al chico- te lo di todo, mi amor, mi vida, mi tiempo, todo.! Y tú-señalo a la chica- Confié en ti, crecimos juntas desde el primer momento, te di mi confianza, tú lo eras todo para mí y ahora ya no eres nada.- En ese instante Poli salió con lágrimas en los ojos y destruida totalmente.
-Poli, por favor -Grite... en ese momento me desmorone, la había perdido.
-Meli, algún día lo tenía que saber-Dijo Alan y me tomo por los hombros.
-No tenía que saber nada, tu y yo jamás debimos enamorarnos, tú eras el novio de mi hermana.! -Grite- Te detesto, todo sería perfecto si nunca te hubiera visto, maldigo el día en que te conocí Alan Black, te odio, te odio-le pegue una y otra vez en su pecho-
-Mel... no digas eso -me abrazo-
-Solo aléjate de mí, por una vez... Este teatro nos lo hubiéramos ahorrado si jamás te hubieras acercado a mí -volví a gritar- Simplemente vete, déjame seguir con mi vida y desaparece... porque insistes en arruinar todo de mi...

Y así fue, ese día se marchó... jamás volvió.
Cien veces sentí la culpa en mí, sentí un dolor cien veces más fuerte que un clavo enterrándose en mí, cien veces busque a aquel chico, cien veces intente arreglarlo, cien veces me caí, pero... solo noventa y nueve me levante.