Soy Carrie Atkins Harries,enojona,para nada tolerante,un poco bromista,pesada,ruda,odio arreglarme,sarcástica y pervertida.Me encantan los deportes pero soy pésima, tampoco para llegar a tal punto de ser mas lenta que un caracol.No me gusta la idea los deportes extremos pero sin darme cuenta,los hago,igual que le temo a las alturas pero tengo unas anclas de tirarme de ellas,en realiza ya lo he hecho algunas veces.
Soy todo lo contrario a mi hermano cuate,y no cuate de mejores amigos o esas cosas,por que ni lo puedo ver;si no que somos hermanos que nacimos la misma fecha,pero no nos parecemos físicamente,en nuestro caso ni física ni en la manera de ser.
Él es un popular,deseado de todas,perfecto,se le dan los deportes,amable,caballeroso,detallista,sentimental y bla,bla,bla.
A mi cambio radical de escuela todo por que a mi mejores amigos Peyton, Peter y a mi nos salio mal una broma,de castigo me cambiaron a mi y mi hermano menor a la misma escuela,¿Por qué también lo cambiaron?,por que me querían vigilada.
En la nueva escuela conocí a mi "amiga" Grace, nada igual a mi,ella hormonada e inocente callo en las redes de mi hermano,ella sabía que lo odiaba y aun así fue con él a follar,después a coquetear se,besos y después novios.
Desde todo salio mal y bien,mal por que pensé que iba ser mágico salír con Félix , un chico que me gusta desde que entre a la escuela,bien por que conocí a Tanner y Peyton y Peter vinieron a mi escuela,mal por que todo salió por completo descontrol.
En la cima de la montaña, el aire es más frío y el silencio más ensordecedor. No es solo la nieve la que cae en el descenso, también lo hacen las certezas y los miedos. En el mundo del snowboard, cada salto es un riesgo y cada curva puede cambiarlo todo.
Sue Harper ha pasado su vida deslizándose entre expectativas y sueños, buscando algo más que aplausos: la certeza de que su lugar en la cima le pertenece. Pero cuando la línea entre la ambición y los sentimientos se vuelve borrosa, el verdadero desafío no está en la pista, sino en mantener el control cuando el corazón quiere lo contrario.
En un espacio donde la lealtad, la rivalidad y la libertad chocan como avalanchas, aprender a confiar puede ser más peligroso que cualquier caída. Porque el hielo guarda secretos, y a veces, lo más difícil no es llegar arriba... sino no perderse en el camino.