-¿Qué haces? Lo miré temerosa, ¿dónde me había metido? -Na...nada, sólo caminaba. -Esto no es lugar para una niña como tú. Me cogió del brazo y comenzó a caminar hasta la salida del callejón maloliente. -¡Vete a tu casa! Esto no es para crías pijas. ¿Quién es ese chico y porqué dá tanto miedo? ¿Qué esconde? Prohibida su copia, está novela es totalmente mía.