Desde muy pequeña con tan solo 12 años, tuve que cambiar de país y comenzar en uno que no era el mío, en el cual era una completa desconocida y en el que me sentía fuera de lugar. Díez años después toda mi vida cambio, le conocí, Roberto. Era guapo y un poco capullo. Me encantaba. ¡Por cierto! que aun no te lo he dicho, pero me llamo Xonia, y sí con X, no me juzgues, juzga a mis padres porque yo si que lo hago.