Traía poder en sus venas, traía maldad en su interior, no consentía la piedad ni el consuelo, conoció caminos oscuros y los disfrutó a cada paso. No consentía el amor, pero la obsesión la capturó y no logró escapar de ella nunca más. No admitía los remordimientos, no se arrepentía de nada, sabía que su mente estaba distorsionada y aún así le gustaba, era una dulce psicópata. Pero a todos les llega un momento, una debilidad, con la cuál ella luchó en contra hasta darse cuenta que el amor no elegimos sentir, que también obsesiona y que el final no siempre resulta feliz.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...