Siete años después del asesinato de sus padres, Jane consigue recuperar algo de su vieja normalidad mudándose a Seattle, Washington e intenta deshacerse de su venganza gracias a su nueva vida. Sin embargo, de forma inesperada, Jeff vuelve a hacer su aparición con el repunte de asesinatos en la ciudad. El agente Hoban Hodek y su equipo intentarán resolver el caso del asesino serial de una vez por todas. Mientras que Liu Woods, su hermano, llega al mismo lugar en búsqueda de respuestas. Y un muy necesario ajuste de cuentas. Jane desconoce que el caos se avecina, que la muerte la rodea, que una avalancha de problemas espera ansiosa del otro lado de su puerta. Pero la gran diferencia de aquellos viejos tiempos a ahora, es que no está sola. En especial cuando conoce a Helen, alguien que nunca se imaginó que se convertiría tan especial en su vida en tan poco tiempo. Pero hay algo que es innegable: absolutamente nada está asegurado. Y Jane comprende que el peso de la realidad puede más que cualquier otra cosa. Incluso el fénix necesita quemarse y morir para resucitar. (Reconozco los créditos a los respectivos creadores de los personajes originales de las creepypastas mencionados y sus elementos característicos. El resto de la historia que se plantea aquí es completamente mía).