Por un lado la vida de un mortal jamás habría llamado la atención de Dorian, sin embargo aquella joven tenía un secreto en su mirada que no podía descubrir. Quien hubiera pensado que no era el único interesado en esa chica y que su competencia sería nada menos que otro inmortal. La rutinaria vida de Meg pasa a ser una difícil aventura donde se enfrentara con inmortales, criaturas letales y lo más peligroso: el amor.