Las mejores historias de amor siempre son aquellas que ya terminaron. Aquellas en donde diste todo, en donde intestaste hacer lo posible para poder continuar pero por cosas que no pueden ser controladas, tuvieron que alejarse. Sin embargo, hay historias que por mucho que hayan terminado, te acompañan por el resto de la vida como ese quizás que nunca pudo darse. Cuando la fama te impide amar, ¿cuál es la decisión que debes tomar? Cuando las ideas no son compartidas, ¿cómo puedes arreglarlo? Cuando decides renunciar a esa persona, ¿cómo puedes continuar viéndola todos los días como si nada hubiese pasado? Sólo aquellos fuera de este mundo, soportarían la idea de ver al amor de sus vidas estando con otra persona frente a ellas. Y quizás eso fue lo que tuvo que suceder.