Sarah es una chica que piensa que hacer sonreír a los demás hará que desaparezcan sus problemas. James es un chico que nunca se ha tomado la vida en serio y que vive rodeado de personas sin problemas a soltar carcajadas. Streek es un apellido normal, sin nada especial, de esos que nunca hacen que un profesor se pare pasando lista. Potter es un apellido especial, marcado, con unas ventajas, con unos inconvenientes, con una carga. Sarah Streek y James Potter no deberían haber coincidido. Pero lo hicieron. Ninguno de los dos sabía que iban a descubrir que son algo más que los nombres pintados por la gente y que nada es lo que parece, después de todo, tras una pared hay un mundo.
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