Todos tienen una doble cara. Una es la que eligen mostrar al mundo para esconder la otra, la verdadera cuya esencia pocas veces tendremos la ocasión de ver.
Lugyo, un chico sereno y solitario, es capaz de ver ambas caras sin aparentar ninguna artificial como los demás hacen. Sin embargo, tarde o temprano se verá obligado a aceptar que su franca y descarada forma de ser, anteriormente su cara auténtica, se convierta en... otra cara artificial. Pues se dará cuenta que, todo este tiempo, él mismo siempre fue una cara artificial.
Entonces... ¿cuál es su verdadero ser? Un ser de intensos ojos amarillos, vestido del más puro y peligroso blanco, y siendo quien merodea y lo acecha en sus sueños nocturnos, cree tener la respuesta.
A los ojos de Lugyo, la inocencia no existe como tal. Él es consciente de haberla perdido hace mucho.
Marcas extrañas, olor a sangre en el aire, peleas bestiales, misterios antiguos del pueblo que comienzan a emerger nuevamente; conoce un mundo donde las noches heladas, con aullidos prominentes y demonios que se alzan con la luna y fallecen a la salida del sol, acobijan a Lugyo y a todos aquellos que tienen algo que esconder.
Anneliese es una chica curiosa, risueña, amable y humilde, pero también muy caprichosa y mimada, como lo era su madre. Amada por todos y deseada por otros.
Zack es un chico que tuvo una infancia difícil, oscura y triste, pero una adolescencia hermosa. Amado por su "madre" Jade, quien lo ha tratado como un hijo más.
¿Qué tendra la Diosa Luna preparado para ellos?
Te invito a leer esta hermosa historia.