Entre la voz y el silencio
Desde el inicio, dos fuerzas primordiales regían la existencia: el Vacío, guardián del equilibrio, y el Caos, destructor de los mundos. Durante eras incontables, el Vacío contuvo al Caos, frenando su corrupción sobre los multiversos.
Pero al nacer los Cinco Dioses Principales -Gaelon, Kaldros, Vendraa, Solvina y Luxarn-, también surgieron sus contrapartes oscuras: los cinco dioses malignos, hijos del Caos, reflejos distorsionados de la creación.
Una guerra divina estalló. Las cinco razas -elfos, vampiros, demonios, híbridos y sirenas- se unieron a los dioses principales en una batalla final para sellar al Caos y a sus hijos. El Vacío, corrompido pero aún consciente, se sacrificó y se convirtió en cadenas eternas, manteniéndolos atrapados en el Tártaro, la prisión más profunda del mundo.
Pero justo antes de ser encerrado, el Caos expulsó a dos de sus engendros más peligrosos:
El Purgatorio, una entidad que cayó sobre una isla y la convirtió en un infierno de traición y muerte.
La Entidad, un ser oculto que tomó el control de una organización: la Federación, desde donde manipula los eventos de la Isla Quesadilla.
Estas dos entidades trabajaron en secreto para romper el vínculo entre los dioses y sus razas bendecidas, impidiendo su intervención directa.
Como respuesta, los dioses principales y sus hijos forjaron las Reliquias Sagradas, artefactos de gran poder entregados a los jefes, guardianes y sacerdotes de cada raza. Solo con ellas será posible resistir la corrupción, proteger la conexión divina...
Y evitar que el Caos despierte otra vez.... o bueno eso esperaban...
