Pablo Landrum se convierte en el único miembro de su antigua familia después que su tío fallece y debe viajar a su solar para administrar bienes y propiedades, así como asegurarse que el deseo póstumo de su tío se cumpla. Al llegar debe lidiar con una aldea llena de pesadas supersticiones de quienes afirman que sobre su mansión, las colinas que le rodean y su familia misma se cierne una maldición.