Amanece. Despunta el sol. Y entre mis sábanas veo el reflejo de tu sonrisa. La dueña de mis versos me llama. Mi aroma. Mis besos ya se ahogan en suspiros eternos. Corazón espinado que como un vagabundo surca sueños imposibles, océanos de pasion callada. Quisiera morderte el alma y arrancartela con bocados de color morado que atraganten mi respiración. Quisiera beberte, exprimirte hasta sacarte ese jugo de amapolas que me te envuelve y absorverlo por completo hasta dejarte exhausta. Ya despunta el sol y sus rayos penetran como puñaladas en mi ser sabiendo que otro dia más...no te voy a tener.
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