Amarna odia lo superficial. Es un poco irónico, porque adora la fotografía, pero bueno. Ella no suele pensar en eso muy a menudo. Se encuentra demasiado ocupada leyendo a Christopher Moore por las noches y trabajando de camarera a media jornada en una cafetería cerca de su casa, para pagarse su segundo año en la universidad (lo que le ocupa el resto de su tiempo libre). Todo eso, claro, hasta que conoce a Ariel, un chico de diecisiete años (aunque no puede comprobarlo aún, porque no ha visto su carné, y tiene los rasgos de un niño de quince) que a duras penas consiguió pedirle una cita delante de sus amigos. Ahora ya no puede imaginarse a otro modelo más perfecto que él para sus fotos, y eso la asusta. Ella se juró a si misma no enamorarse jamás de alguien que la llegara por el hombro.
Ella odia la atención
Él adora la fama que tiene como jugador
Ella ama leer
Él ama el fútbol
¿Conseguirán ser más que amigos aunque ella sea vasca y él catalán? ¿Aunque ella odie el fútbol y él leer? ¿Aunque él la vea como la fan del Athletic y ella como el defensa del Barça?