Mi estúpido niñero.

- Y... ¿entonces? -cuestionó el idiota acercándose lentamente a mi. -Ni se te ocurra dar un paso más -amenace mientras caminaba para atrás lamentablemente mi espalda se impactó contra la pared y mo tenía escapatoria. -¿Qué harás si no me detengo? -su cercanía era cada vez más notoria, tome una banana y la use como arma. -Puedo golpearte con esto -señale la fruta que tenía en mis manos, mientras una sonrisa arrogante aparecía en su rostro -¿sabes qué si me golpeas puedo castigarte? -No eres quien para castigarme. -Soy tu niñero y tengo el derecho de castigarte y poner el castigo que quiera. -dijo mientras se posó enfrente de mi. Al acabar de decir sus palabras mi estómago se revolvió sabía que podía castigarme puesto que mis padres lo autorizaron pero también sabía que podía sacar ventaja él era un estupido pero era mi estupido niñero.