A pesar de tener 61 años de edad, ella no se ha dado por vencida. Su familia no la apoyaba, las enfermedades estaban en contra, hasta su propia edad, pero ella no podía morir sin antes vivir su verdadera vida. Estuvo 6 décadas viviendo por los demás, ahora era tiempo para ella. Y como dice el dicho, es mejor tarde que nunca. Su sueño más grande era ser tenista profesional. Siempre lo había deseado. Acompáñala en su historia: una gran lucha por su sueño.
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