Son las 8:30 p.m. estoy en la alcoba, puedo escuchar los grillos parecidos a tu voz cuando me susurrabas al oido que me amabas, cuando yo era quien complementaba tu vida, cuando yo era esencial en ella porque muchos pueden complementarla pero solo una puede tocarla, tocar tu vida, tu corazón, tu alma. Extraño esos momentos en los que era sólo yo y nadie podía contradecirte excepto yo porque yo, yo era TU TODO. Mierda me arrepiento de haberte dejado, se supone que no debería de sentirme mal por algo que otro hecho a perder, pero me hiciste feliz, me hiciste reír, me diste muchos momentos de alegría, de felicidad, de amor, de luz, de placer internamente, placer del corazón al tenerte conmigo, pero todo es hasta un fin ¿No? -y hay me dí cuenta que nada es para siempre-
Al defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa.
Lo más sorprendente para Alicia no es el sistema en el que se rige la sociedad, los hombres, que no solo son los que dan a luz, si no, que se dividen en dos.
Los oro, la clase baja que tienen tendencia a dar a luz a otros hombres.
Y los jade, la clase alta que tienen tendencia a dar a luz a mujeres.
No solo eso si no que al ser las mujeres un bajo porcentaje, las familias se conforman por un harem de hombres, los cuales no son vistos más que como máquinas de hacer bebés.
La imagen la saque de internet créditos de la imagen a: "Alya".