Rilliane y Allen son los príncipes del reino de Oro, con solo 11 años, los pequeños gemelos ya saben que están enamorados y sienten un fuerte lazo uniéndolos desde lo más profundo de su corazón, pero mantienen eso oculto a los ojos de sus padres. No hay dudas de sus sentimientos, ni de lo que planean hacer cuando sean grandes. Sin embargo, con el paso de los años algo cambia en su relación, se vuelve tensa, el amor sigue ahí pero es incómodo.
El rey León y la Reina Lilliane, deciden divorciarse de la nada y la Marquesa de rosa blanca, regresa al reino Blanco a donde pertenece, llevándose a Allen con ella y dejando a Rilliane para que sea la heredera del reino junto a su padre.
Allen sufre por irse lejos de Rilliane y Rilliane no puede pasar la depresión de perder a su hermano, cosa que al rey le molesta y preocupa, por ser un problema para el que no estaba preparado. León piensa que Rilliane debe ser reeducada para ser la reina una vez que la corona pase a ser suya. Para aun más desgracia de los hermanos, un accidente facilita los planes del rey y la chica se ve obligada a obedecer a su padre.
Años después de eso, Allen decide volver a buscar a su gemela, pero para entonces es bastante tarde.
Su corazón se había pudrido.