
Quizá esta decisión sea la más difícil de todas, así también con la que más veces nos enfrentaremos. No persigas al corazón ni a la razón, persigue al alma. Allí, dondequiera que sea, ese lugar en el que él se sienta libre; libre de amar sin cadenas, sin límites y donde ser libre signifique desaparecer dejando el alma para cuidar nuestra ausencia.All Rights Reserved