-Si no dejas de molestarme, te juro que las pagaras y muy caro niñita. -No me importa lo que me digas presumido, vengo de vacaciones a divertirme y no vas a impedirme eso- cerré la puerta en su cara, justo como el me había hecho la primera vez que llegue aquí. -¿Otra vez peleando con el?- preguntó mi hermano. Rodee los ojos aún furiosa. -¿Que es lo que esperabas? Yo jamás dije una mala palabra hasta que el se me cruzo en el camino- arqueo una ceja- solo quiere joderme la vida, benditas vacaciones- dije lo último en sarcasmo- me alegro por el día en el que mire esos ojos verdes- mi hermano rió por mi comentario sarcástico. Estupido Niño.