El amor de Dios por los suyos abarca dimensiones infinitas. Su intensa profundidad se ve en la crucifixión del hijo de Dios, su vasta longitud en su eternidad. El rastro de ese amor se remonta desde antes de la fundación del mundo. El palpitar de Dios por ti, no comenzó muchos antes de la cruz del calvario y está descrito en el término "elección". Un término que seguido nos saltamos en nuestra lectura de la Biblia, pero que encierra un amor eterno incomprensible. La historia de tu salvación no comienza cuando tu elegiste la salvación de Dios, sino cuando Dios te eligió para salvación. El evangelio es como una rótulo en el camino que anuncia: "Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo", al pasarlo, dice en el reverso "Escogido desde antes de la fundación del mundo". Descubrirás gemas del cofre de la salvación que pocas veces se dan a relucir. Estoy seguro que al contemplarlas te postrarás delante de Dios y comprenderás como nunca el rico significado de una salvación, netamente por gracia.
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