Soy Lorena Miller, tuve una niñez rodeada de vicios y negocios sucios, sin el cariño de una madre, al menos de una biológica, porque mujeres era lo que más tenía a mi alrrededor, pero claro, a una prostituta no se le puede llamar mamá. Tenía como único responsable a Carlos, la mente maestrta de todos los crímenes existentes. Pensaba que la vida era un círculo vicioso del que solo la muerte nos salvaría. Yo quería morir, dejar este mundo que no me entendía y a las personas que sólo sabían utilizarse una y otra vez. Fue un gran acierto del destino colocarme a la hora y lugar adecuados para conocerla.