En una ocasión un buen amigo se quedó despierto acompañándome en mis madrugadas de dolor y llanto, esas que eran frecuentes, mismas que se alternaban con horas de sueño llenas de pesadillas y terrores nocturnas. Mi buen amigo, me habló de los corazones destrozados, pertenecientes a aquellos seres con quienes la vida se ha ensañado, ellos sufren las más horrendas realidades, la existencia se torna un penar constante, son ellos quienes descubren como hacer veneno para la muerte. Este es un recetario para lograrlo.