Dominic es exigente, prepotente e insoportable. Esa manera casi espartana de trabajar le mantiene en alerta y en un agotador estado de resistencia. El despotismo de Dominic la conduce a una espiral de misterio y claroscuros llenos de cicatrices donde nada es lo que parece y que la llevarán a querer saber más y más sobre aquel hombre que a pesar de su éxito, vive refugiado en el ático de aquel lugar. Jamás imaginó que semejante oscuridad le hará plantearse no cometer los mismos errores del pasado y por primera vez luchar por algo que realmente quiere.