Aaron parecía tener todo lo que un hombre podía pedir; trabaja con su padres en una famosa compañía que poseía un gran poder en la ciudad de San Francisco, era inmensamente talentoso y un pianista y vocalista nato, tenía harta belleza, misterio y era sumamente interesante y atractivo para con las chicas, tenía una vida llena de comodidades, lujos y noches llenas de música, ¿Qué más podía pedir? Sin embargo, no fue hasta ese día que la música los unió y vieron en sus ojos llamaradas llenas de sinfonía cuando se dieron cuenta de que en sus vidas existía un vacío, un vacío que sólo podían llenar amándose y haciendo arte del uno para el otro.