A medida que crecía, siempre quise ser una sirena. Creo que muchas niñas tienen el mismo deseo. Pensaba obstinadamente que ser sirena era una ocupación a la que podía aspirar una vez que tuviera la edad suficiente. Me imaginaba que desarrollaría una cola larga y regordeta con escamas brillantes. Tenía el sueño de deslizarme sin esfuerzo por el agua. Quizá me crecerían rizos de hermoso cabello rojizo que caerían hasta el suelo. Añoraba el día cuando pudiera ser una sirena oficial de la vida real...All Rights Reserved
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