"Todo ángel necesita un demonio que le invite un café". Todos tenemos nuestro propio infierno unos odiamos quemarnos y otros lo amamos. Alai ni lo odiaba, y mucho menos lo amaba, pero era lo único que la hacía sentir viva, así que lo apostó todo por un chico que no conocía, que a simple vista parecía el chico malo de todo instituto, pero que en realidad era otro demonio que necesitaba de un ángel.