Me queman tus caricias, me atormenta tu presencia., Y a pesar de todo sigues siendo la llama en mi interior, el cliché de mi vida, lo que aviva mi esperanza. Maldito seas por este amor tan enfermizo que se apropia de mi cordura, maldito seas por clavarte en mi corazón. El problema no radica en enamorarse, la verdadera razón, es amar a quien no debe ser amado.