Que tu mente se obsesione con un simple juego, ¿Sería bueno?¿O tendría repercusiones? Daniel es un chico de 16 años, el cual es un fanático de las armas en juegos. Simplemente, es para lo que vive: divertirse disparando mediante una consola. Toda forma de competitividad que tenía cambia al saber que habrá un torneo, donde solo los mejores jugadores del mundo se les otorga el derecho de participar. ¿El premio? El privilegio de ser el mejor del mundo, solamente eso. Sin embargo, se dará cuenta que la rivalidad no es solo dentro del juego... Y que algunas personas viven dentro de él.