Sabia que tarde o temprano tendría que volver a verlo, dentro de mi deseaba que fuera más tarde que temprano pero lamentablemente no fue así.
Era momento de regresar y enfrentarlo, me había roto el corazón, si, pero no dejaba de ser el padre de mi hija.
Al verlo mi corazón nuevamente palpitaba a un ritmo agitado y puedo percibir que el de Adam también, lo conocía a la perfección y sabia que en el fondo me seguía amando tanto como yo a el, pero mis dudas me entraban al mismo momento en que decía eso con tanta seguridad.
Si en realidad me ama...¿porque me engaño?
En realidad ya no importaba el porque, ahora sólo importaba el momento, y por mucho que me este derrumbando por dentro no le puedo dar la satisfacción de verme mal.
-Has vuelto- dijo con tono de voz quebrado como si estuviese a punto de derramar un mar de lágrimas y estuviese conteniendose.
-No puedo negarte ver a mi hija más tiempo porque lamentablemente también es tu hija, pero créeme que si volviera a tener oportunidad de elegir al padre de mi hija jamás te elegiría a ti, eh vuelto a destruirte Adam, personas como tu merecen lo peor y de eso me voy a encargar yo.-