sin redencion

Hubo un tiempo en él que los ángeles caminaban errantes en la tierra, curiosos y deseosos de explorar las maravillas del nuevo mundo. Ellos sin ningún tipo de experiencia en él pecado admiraban de lejos a las hermosas hijas y esposas del hombre, deseando algo que hasta ese momento era desconocido para ellos. Estaba mal, era incorrecto pero muy lejos de poder ser controlado. Se dejaron guíar por sus deseos y fornicaron con las esposas y las hijas del hombre. Les enseñaron el arte, la lectura de estrellas y creación de medicamentos. Las hijas del hombre llenaron sus vientres de los hijos ilegítimos de aquellos ángeles y aquellas criaturas mitad humano, mitad ángeles no tenian control. Estaban deseosas de sangre y dolor, su hambre no podía ser seciada ni con toda la comida de las aldeas. Una vez toda la comida fue agotada los hijos de los angeles y las hijas y esposas del hombre comenzaron a comerse a sus madres. Los llamados Nefilim no se saciaban con nada y entonces los gritos de la sangre en la tierra llegaron y llegaron a las puertas del cielo, donde un batallón de serafines se formaba para acabar con las abominaciones que causaban calamidades en la tierra.