«Corre, cierra las puertas, traba las ventanas, mantén los ojos cerrados cuando lleguen las grandes tormentas, cuando escuches los tambores en el viento gélido. Solo entonces sabrás que ellos están aquí. Cuando Los Jinetes de la Muerte bajen de los cielos cabalgando sobre negros corceles que se mezclan con las sombras, cuando escuches el gruñido de los Sabuesos Infernales, escóndete si puedes. Porque cuando te encuentren estarás perdido en el olvido. Para siempre.» Huir, correr, era lo único que mantenía a Valeska con vida. Por años, fue perseguida por la Caza Salvaje. Jamás pasaba demasiado tiempo en un solo lugar, porque cuando lo hacía, los Sabuesos la encontraban y cabalgando sobre las tormentas sus cazadores aparecían para cobrarse su vida. Ella era un cabo suelto de una noche de invierno. ¿Lograría seguir huyendo?