Yuri Plisetsky se enamoró tres veces y en las tres veces lo estropeó. Hoy, siete años después, le cuenta a su ahijado sobre su vida antes de quedar como su guardián y de aquellos tres hombres (a los que adjudica nombres falsos) que perdió por ser un imbécil. Su ahijado tendrá que adivinar cuál de los tres es su padre. Sin embargo, con sus padres muertos, un tutor soltero y amargado y reciente conocimiento sobre como nacen los bebes ¿Cómo aquella historia puede tener un final feliz?