Iris está perdida y dividida. Parte de ella se encuentra en el sanatorio, donde los médicos intentan llegar a ella y descubrir los misterios que esconde su mente trastornada. La otra se encuentra en el Laberinto de las almas perdidas, lugar al que no sabe ni cómo ha llegado ni cómo puede salir. Solo una cosa es segura: para salvarse a si misma, tendrá que enfrentarse al temible ser que habita esas galerías, mientras intenta que sus recuerdos, esos que han hecho tanto esfuerzo por olvidar, no terminen de destruirla por dentro.