Isabella Rosas era una chica diferente que de vivir en un pueblo lleno de ancianos y animales emprendió un viaje a una gran ciudad para comenzar con sus estudios universitarios, donde conoció a su inseparable mejor amiga. En esta nueva ciudad tuvo buenos momentos, pero sobre todo momentos llenos de lágrimas, desesperación y tristeza, hasta que tiene un encuentro muy significativo que la cambió para siempre.