Entonces, Barbara y Tobías se miraron al mismo tiempo después de escuchar aquello. No podía ser, sus nervios estaban de punta, pero aún no podían analizar lo que habían escuchado, lucían confundidos y sin aliento. Aún con sus orejas pegadas a la puerta.
-Ba-Barbie... -logró decir Toby, en un susurro apenas audible. -Ellos quieren que nos casemos...
- ¡Cállate! -Chilló ella, horrorizada con la idea. -En primera: no me digas Barbie, estúpido. Soy Barbara... para ti, -alzo el mentón, tratándolo con superioridad. -Y... en segundo lugar, ja, ja. -Fingió una risa, tratando de ocultar sus nervios. - Espero que te grabes bien estas palabras: Ni aunque me ofrecieran todo el dinero del mundo me casaría contigo, gusano.
-Bueno, Barbie -volvió a llamarla por su apodo para hacerla enojar, era un pequeño, pero sin duda su favorito placer: sacar de quicio a la mimada Barbara. -Esa ya no es decisión tuya, ¿no escuchaste? Si no nos comprometemos, lo perderemos todo.
|| #40 en Humor (Marzo- Abril, 2015) ||
Adeline es una joven pueblerina llena de ambiciones que lucha por encajar en la alta sociedad.
William es el distinguido Márquez de Bradford en busca de su nueva marquesa.
Ella se cruzará en su camino, arrastrando con sigo un sinfín de escandalosas circunstancias, que pondrán su mundo patas arriba.
¿Podra la inexperta damisela ajustarse a las innumerables exigencias de la aristocracia o solo será un sueño más?