Bon tenía un extraño fetiche;le encantaba tocar manos agenas. Antes de conocer a una persona tocaba sus manos. Dependiendo de la textura de estas, el turquesa trataba grosera o amablemente al nuevo individuo. Un día su amigo Bonnie le presentó a alguien, Freddy para ser más específicos. Antes de que el castaño pudiera decir "hola", el ojiverde procedió a tomar sus manos. "Son las manos más suaves que he sentido" -Un placer conocerte Freddy.