Era quien robaba las miradas de las personas, no era el hecho de que su aspecto era aterrador, también era porque sabían quién estaba con él. Era la maldad, en todo su esplendor, opacador y desgraciado, al lado de la belleza y dulzura de aquella joven cuya luz iluminaba al mundo entero. Era Adam Voinchet al lado de la pobre Amaia Foissard. Era el rencor, al lado de la belleza. Era el peligro y la fortaleza. Era un volcán aterrador. Era una verdadera explosión. [2018]