Te tengo sin tenerte... Te miro y ya no te encuentro, ¿volverás algún día a mi lado?, mis latidos se aceleran mientras escribo esto, te amo y no se cómo regresarte a mi lado, me siento derrumbada de ser ahora poco para ti... ¿Cómo te perdí? cómo me pude convertir en ¡la otra!, no sabes lo amargas que se tornan mis noches ahora sin ti... Me rodean la cabeza los instantes en que me decías que sí... Que mis sospechas eran ciertas... Alguien más te tenia entre sus brazos, pretendías entregarle tu corazón que decías era mío. Me dijiste estar confundido, y en ese momento vi la luz al final del túnel, sentí el vértigo que da la esperanza de tu amor... intento reconquistarte en los trocitos de tiempo que me das, quiero recordarte nuestros momentos que al parecer se te esfumaron al conocerla a ella... no sé que te da. ¿Es ella mejor que yo? ¿Qué te da o que tiene que no tenga yo? Sé que llegas cerca de la media noche, con aún rastro de su miserable entrega de tan sólo 2 o 3 horas, y no digo miserable por insulto, sino porque en realidad es miserable comparado con la total entrega que yo te he dado, con mi vida entera y la primicia de mi amor.
¿Sabrá ella de esperas angustiantes detrás de la enorme ventana que me hace pequeña a cada minuto que pasa? ¿Haría por ti tanto como he hecho yo, y cuanto pienso hacer tan sólo por tu amor? ¿Qué es mi bálsamo?, ¿mi felicidad?, ¿mi todo?, ¿podrá disfrazar un gran dolor, un derrumbe interior con una sonrisa temblorosa mientras justifica tus largas ausencias ante los perturbantes cuestionamientos de los nuestros, como lo hago yo?
¡No creo!... ni creo que vuelvas a mí... es verdad, pero me aferro vehementemente a esta pequeña pero total esperanza que me dan tus titubeos cuando te pregunto con la voz entrecortada: ¿sí volverás?
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Parte III de LWYD.
Novela totalmente mía, queda totalmente prohibido editar esta novela.(CC) Attrib. NonCommercial