Ni arriba ni abajo. Vamos que ni muy populares ni lo peor de lo peor, pero ahí, entremedias, viviendo su su último año de instituto como mejor les toque. Carola, con todos sus complejos, sólo quiere encajar. Lorena tiene varios propósitos, el más importante, prepararse para una maratón. Gracia... intenta suplir con otras cosas lo que le falta que, paradójicamente, es lo mismo que su nombre. Y por último está Aída, que algún día solucionará el grave problema del mundo: la idiotez humana (desde su punto de vista). Podría decirse que son chicas normales, como las otras, sin más... pero no por eso serían menos interesantes. Sobre todo para Carmen, su psicoanalista personal. Más personal de lo que a ellas les gustaría.
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las galaxias y demás.
Y así como adora eso, también tiene una gran afición hacia la persona y canciones de Jayden Blackwood.
Cómo cualquier fanática normal, sueña con tener un encuentro fugaz con aquel a quien llama ídolo. Poder coincidir al menos en una mirada, un roce o tal vez en alguna interacción por redes sociales, pero así como sueña con eso, sabe que es imposible que aquello suceda...
¿O no?
Paris Smith se ve envuelta en ese momento que toda fan desea tener con esa persona a la que admira, cuando por culpa de un pequeño accidente sus vidas se ven entrelazadas de un momento a otro.
¿Quién diría que un encuentro tan fugaz como un suspiro podría unir a dos personas de distintos mundos?
¿Quién diría que una chica que tiene la nariz metida en libros de astrónomos famosos podría coincidir con alguien que ama los reflectores y los aplausos?
Y sobre todo ¿Quién diría que una chica normal podría involucrarse con una super estrella?