Cuando éramos niños solíamos desear crecer. Así, no teníamos que ir a la cama temprano o podríamos tomar las bebidas que a nuestros padres les gustaban o hacer cosas de adultos que nos parecían divertidas en ese entonces. Jamás creí que al crecer me encontraría en el funeral de mi hermana mayor a quien asesine luego que ella matara a alguien más. Lo hice porque era la única forma de parar aquellas atrocidades.