Para muchos, usualmente la muerte representa el final, el olvido. Akari, torturada por una vida llena de dolor, sucumbe a la desesperación y contemplando el abismo toma la decisión mas difícil. Sin embargo se equivocaba, en la muerte, ella buscaba un final, y encontró un nuevo comienzo; tras conocer a un serafín de alas negras, su aventura post-mortem, comenzó.