"No se puede dañar a quien ya está roto" estás palabras repetís aquel joven desde que tenia usó de razón... lo único que conocía era el "dolor" "desprecio" y "rechazo" de sus "compañeros" de estudio durante los últimos diez años. Hijo de una de las figuras más importante de su ciudad su padre y gran respetado y prominente médico... ejemplo de muchos, respetado por todos... "Pero no todo lo que brilla es oro" pensó Las paredes de su casa siendo inanimadas y sin capacidad de hablar ese día parecían asentir como testigos de todas esas golpizas, maltratos,humillaciones y para nada respetable relación de su padre con este. Las palabras que salían de su boca eran siempre las mismas buscando así justificar algo que era injustificables : "para que seas más fuerte" "para que parezcas hombre" "para que dejes de ser débil" "para que seas fuerte" Así resumió los últimos diez años de su vida... Un día cansado de todo esto Ayron por "azares del destino" si se podía decir así... pensaba que el suicidio sería una buena opción para liberarse de su padre, siendo sacado así de sus pensamientos por un gran y llamativo cartel... sus ojos brillaron como nunca lo habían hecho ese día tomó la decisión de desprenderse de todo aquello que le hacía daño... precipitadamente se inscribiría al ejército. Un mes después octubre del dos mil diecisiete leyó en voz alta -¡ADMITIDO!-. Sonriendo ante la aprobación del ejército. ¿El ejército es un buen escape? O ¿Es un infierno a mucho más horrible que el vivido? Todo esto y más en VAMOS SOLDADO EN EDICIÓN Y REESTRUCTURACIÓN DE CAPÍTULOS.All Rights Reserved