Quieren conocer las pilatunas que a veces nos juega el corazón, bueno pues he aquí una de ella. Esta es una historia simple, sin muchos aspavientos para volverse inolvidable, a veces enamorarse nos vuelve cursis, quien no ha sentido los estropicios que nos causa ese pequeñín que se dedica a disparar flechas directamente a donde están los sentimientos de las personas y que, con cada una de ellas, nos vuelve los románticos más descocados que puedan existir jamás. Según supe por ahí, nos hace pendejos, pero que sería de nosotros sin esas nimiedades. Añorar una caricia acompañada de una oleada de placer, hace de nuestra vida, una fantasía que a todos nos exalta y nos hace más humanos y casi siempre, buenas personas, mejores seres. Léela, si te gusta, gracias, si no, lo lamento, decepcionarte no estaba en mis planes, en otra oportunidad intentaré mejorarlo, es una promesa. 1° Puesto en los Premios GOBAwards. 2017.