Nunca entenderé porque no lo dejamos, por qué a este punto no podemos salir, nunca entendí como podrías irte estando físicamente aquí. Ninguno de los dos sabe si es por costumbre o miedo a seguir sin el otro, miedo a seguir sin ese soporte que hemos tenido por siete años. Lo hemos intentado, he perdido la cuenta de los días en que has salido por esa puerta, de este pequeño departamento al que llamamos hogar. De las veces que has vuelto un par de días después porque somos tan estúpidos que tu no puedes evitar volver y yo no puedo evitar dejarte entrar. Somos tan estúpidos que aun cuando nos estamos destruyendo no podemos alejarnos.