El amor no siempre es color de rosa, a veces tiene inicios tormentosos... Un inocente beso desata una terrible confusión y una razonable pregunta sirve como detonante para una explosiva confesión. ... -Me gustas. -Esas dos palabras sacaron de balance al menor. Su corazón duplicó su ritmo cardíaco y sus mejillas se tiñeron de rosa. -La pregunta aquí es sí yo te gusto a ti. Y, por alguna razón, esas palabras terminaron con su paciencia. -¿Qué clase de pregunta es esa? -Una razonable, supongo. -Contestó Kuro sin inmutarse. -No, no es una duda razonable. ¿Quién demonios te crees para venir e intentar formar parte de mi vida? Yo no te lo pedí. Yo no pedí que entraras como un huracán y volvieras todo de cabeza. No puedo dormir por tu culpa, mi corazón no puede mantener un ritmo normal mientras pienso en tu estúpida sonrisa y mis mejillas han adquirido la costumbre de teñirse de rosa cada que algo me recuerda a ti. ¿Con que derecho vienes y alteras mi vida de esta manera?All Rights Reserved
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